Caminos que quedan detrás,
hogueras que el tiempo, apagó,
reloj que marca el compás
y un espejo donde no estoy yo.
Mochilas perdidas en una curva,
cantimploras vaciadas en la encrucijada,
siempre una excusa que me escuda
y mantiene mi realidad mutilada.
Y La Luna cantando sobre el horizonte
aquella aprendida canción
que hablaba de polizontes
que buscaban la locura de la razón...
Chame.
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