cuando conocí a La Paz,
desde entonces soy capaz
de volar hasta las estrellas.
Dejé de ser mi propia quimera,
yo solté los pies del suelo
y el lastre que impusieron,
porque se derritieron mis cadenas.
Entonces me subí en el viento
y escribí mi propia novela,
hoy se hinchan todas mis velas
y viajo tan solo, tras lo que quiero.
Ya no hay órdenes ni hay capataz
sobre mi buque secreto
porque ahora el respeto
tiene las fuerzas de las que soy capaz...
...pues soy poeta y no quiero callar.
Chame.
No hay comentarios:
Publicar un comentario