Hay
un camino esperando
que no se sabe dónde lleva,
todos, una vez lo transitamos
y todo lo demás, aquí queda.
Iniciamos ese viaje sin descansos
y nuestras vibraciones se elevan.
Allí nada es inhóspito, extraño
y desde siempre se nos espera.
Existe, en un tiempo privado,
una vieja y solitaria senda
con encrucijadas entre sus páramos
y con sus miles de puertas.
En cada una de ellas, nos inventamos
y en este andar, desaparece la venda
que mantenía los sentidos secuestrados
por las culturas que nos impusieran…
Chame.
que no se sabe dónde lleva,
todos, una vez lo transitamos
y todo lo demás, aquí queda.
Iniciamos ese viaje sin descansos
y nuestras vibraciones se elevan.
Allí nada es inhóspito, extraño
y desde siempre se nos espera.
Existe, en un tiempo privado,
una vieja y solitaria senda
con encrucijadas entre sus páramos
y con sus miles de puertas.
En cada una de ellas, nos inventamos
y en este andar, desaparece la venda
que mantenía los sentidos secuestrados
por las culturas que nos impusieran…
Chame.
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